El acceso a la energía, la eficiencia energética y la representación de fuentes renovables, fueron aspectos evaluados a diversos países del mundo, donde se logró calificar el progreso en esta materia.
Un número cada vez mayor de países se están convirtiendo en líderes en energía sostenible y ya cuentan con sólidas políticas para promover el acceso a la energía, las energías renovables y la eficiencia energética, según reveló un reciente informe del Banco Mundial.
En el estudio “Regulatory Indicators for Sustainable Energy (Rise)”, se evalúan indicadores de políticas sobre energía sostenible. Rise, es el primer sistema mundial de este tipo para la calificación de políticas, al evaluar a 111 países en tres aspectos: acceso a la energía, eficiencia energética y energía de fuentes renovables.
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La finalidad de la elaboración de dicho estudio es ayudar a los gobiernos a determinar si cuentan con un marco regulador y de políticas para propiciar avances en materia de energía sostenible y señala en qué ámbitos se puede hacer más para atraer inversión privada. Además, permite hacer un seguimiento de los progresos a lo largo del tiempo.
“Al mundo le urge lograr la transición a la energía limpia, proceso que permitirá suministrar servicios de energía a todos, crear empleo, garantizar la atención de salud y la educación, y posibilitar el crecimiento de las economías. Un elemento clave para esa transición es el aumento del uso de energía de fuentes renovables”, plantea la directora general de la iniciativa y representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas, Rachel Kyte.
El sistema Rise permite determinar dónde es más necesario realizar esfuerzos adicionales: “los países desarrollados y en desarrollo deben aunar sus fuerzas”, señala el Banco Mundial. De los principales 10 países de alto impacto en materia de energía renovable y eficiencia energética, todos cuentan con marcos de política relativamente sólidos.
Además, cabe destacar que de estos países todos son norteamericanos y europeos, mientras que los más relegados son los países africanos.
Según el Banco Mundial ante la disminución del costo de los paneles solares, “ahora existe una oportunidad para suministrar electricidad a aquellos clientes que están fuera del alcance de las redes eléctricas”.
No obstante, existen muchos países que han hecho pocos esfuerzos por crear un entorno normativo propicio para acelerar la difusión de los sistemas de energía renovable para uso doméstico.
A pesar de que la situación en América Latina no es crítica, la calificación no es ideal. Brasil Colombia, Chile y Ecuador, presentan las mejores calificaciones de la región en los diferentes ítems. En contraste, Perú y Venezuela ocupan los últimos lugares.
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En el caso de Colombia, se destaca el factor de acceso a la energía, mientras que los avances en materia de energía renovable aún no son óptimos (donde se obtuvo una calificación de 58/100).
La entidad concluye que el desafío ya no consiste en cómo construir centrales eléctricas a partir de fuentes de energía renovable, sino en cómo garantizar que la creciente capacidad para ese tipo de energía pueda integrase adecuadamente en el sistema eléctrico y emplearse para generar electricidad.
Tomado de: Dinero.com
